A unas horas de que se vaya el 2024 escribo y comparto esta reflexión desde lo profundo de mi ser, porque este ha sido para mí un año de grandes retos y desafíos, donde un propósito se convirtió en un propósito colectivo mismo, que he asumido con valor, dignidad, carácter y determinación.
Estoy consciente que el año que concluye, el mandato popular me confirió la más alta responsabilidad que toda persona puede asumir que es la de luchar contra la opresión y el sufrimiento de familias y comunidades; y en el caso de Chiapas, de regiones completas que vivieron sometidas como rehenes de la delincuencia.
En el gobierno de la nueva era hemos asumido, con todas las facultades que la ley nos otorga, restaurar la paz y la liberación de nuestros pueblos. Acabaremos con el sufrimiento de niños, jovenes, adultos mayores, mujeres y hombres quienes en las últimas tres semanas, se han convencido y se han sumado abriendo su conciencia permitiendo que el gobierno haga su trabajo.
Entiendo que esta lucha que me toca encabezar desde el gobierno es para el bien del pueblo. No ha sido fácil, pero no daré tregua y mucho menos ni un paso hacia atrás, sino siempre hacia adelante.
Porque si nosotros con el pueblo quién contra nosotros.
Por ello, independientemente de la religión o creencias que profesemos, quiero compartirles una reflexión bíblica, cuyo contenido es profundo y sobre la cual a menudo he reflexionado durante el 2024. Es un mensaje que ha regido mi actuar en estos momentos donde lo más anhelado por el pueblo de Chiapas es la paz, me refiero al capítulo 13 de
Romanos versículos 4-5, que dice lo siguiente:
“No en vano llevas la espada, pues eres servidor de
Dios, para impartir justicia y castigar al malhechor.
Así pues, hay que obedecer, pero no solamente por
el miedo al castigo, sino por el deber de la
consciencia.”
Bajo esta escritura asumo que es con consciencia como lograremos la pacificación de Chiapas. Con la consciencia de justicia y de cumplir con el deber de cada una y cada uno de nosotros. Es con la conciencia de respeto hacia nuestras instituciones de justicia, nuestra policía y con honestidad y vocación de paz.
En este 2025 que comienza mi deseo es que todas las familias en las comunidades rurales, en las cabeceras municipales y en cada región de nuestro terruño vivan con la certeza y la tranquilidad de que la autoridad está haciendo su trabajo para que la paz reine en todos los hogares de Chiapas.
