La comunidad zoque de Tuxtla Gutiérrez, realizó la tradicional bajada de las Vírgenes de Copoya como parte del calendario festivo.
La mañana del lunes, la comunidad zoque de Tuxtla Gutiérrez realizó la tradicional bajada de las Vírgenes de Copoya como parte del calendario festivo.
Desde primera hora, en la Casa de Francisco Sánchez Velázquez †, Presidente de Festejos de las Vírgenes de Copoya de la Mayordomía Zoque del Rosario, integrantes de la comunidad asistieron para llevar a cabo la levantada de las Vírgenes de Rosario, Candelaria y María de Olachea, quienes son cargadas en cajones de madera envueltas en petate con flores de temporada.
En entrevista, Francisco Ruiz, quien tiene el cargo de primer y segundo madre de espera y recibirá a las virgencitas en 2026, compartió que esta bajada fue particularmente melancólica, ya que el presidente de festejos falleció hace 15 días. Debido a ello, como parte del luto no se llevó a cabo la levantada con música tradicional.
«Fue algo emotivo y melancólico, gracias a Dios que la familia tuvo la mejor disposición para que se hiciera este ritual, para celebrar la fiesta de la octava de la Virgen del Rosario, a quien acompañamos a la casa del prioste mayordomo, ubicada en San José, Terán, donde permanecerá hasta el 23 de octubre», mencionó.
Así también, destacó que la virgen del Rosario es la patrona del pueblo zoque, la madre de Dios, «es la que nos guía y protege; viene la gente que lo pide, la gente que tiene fe, el Napapok etzé, las Yomo etzé y la música a cargo de tamboreros y piteros».
El entrevistado añadió que la bajada de la virgen de Copoya es parte de nuestra cultura: «Es importante, porque es parte del legado que nos dejaron nuestros antepasados».
Durante este recorrido, fueron alrededor de 50 personas, entre hombres y mujeres que cargaron alguna de las imágenes, cumpliendo así una manda o generando una petición a las madres milagrosas, resaltando el valor religioso y tradicional que tienen para esta comunidad.
Fuente: noticiaschiapas.com